Importancia de Salud Mental en Niños y Adolescentes

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En los últimos años, hemos escuchado mucho acerca de la salud mental, pero ¿qué significa realmente este término? La salud mental es la base primordial de la salud y el bienestar integral de todos nosotros. El bienestar mental es aquel que nos permite enfrentar los momentos estresantes de nuestras vidas, tener la capacidad de aprender, desarrollar nuestras fortalezas y trabajar de manera óptima para así aportar a la sociedad.

Asimismo, la salud mental es una pieza fundamental para nuestro desarrollo personal, profesional y social. Además de ayudarnos a enfrentar el estrés de algunas situaciones de la vida, nos ayuda a estar saludables físicamente, entablar relaciones sociales, trabajar de forma productiva, contribuir a la comunidad y, sobre todo, alcanzar nuestro máximo potencial.

Por un lado, el impacto de la salud mental en los niños permite que puedan lograr desempeñarse en aspectos emocionales y de desarrollo, también que puedan relacionarse saludablemente y enfrenten las adversidades que se les pueda presentar. Además, los niños mentalmente sanos desarrollan una mejor calidad de vida positiva, aportan en las tareas del hogar y obtienen un buen desempeño académico, entre otras características.

Por otro lado, según una encuesta realizada por UNICEF (2021), cada vez más adolescentes presentan problemas de salud mental hoy que hace 30 años. Esto se puede generar por la cantidad de información a la cual están expuestos actualmente, el mayor uso de tecnologías digitales y cómo estas variantes afectan su experiencia de crecimiento. Asimismo, en la etapa de la adolescencia la identidad se va desarrollando progresivamente, por lo que mantener un bienestar mental les permitirá el buen desarrollo de su identidad y posteriormente, el desenvolvimiento positivo de las siguientes etapas de la vida.

Pero, ¿cómo podemos cuidar la salud mental de los niños y adolescentes? A continuación, te compartimos algunos consejos para promover el bienestar mental y emocional de los niños y los adolescentes:

  • Genera un espacio seguro y de confianza para conversar abiertamente en familia.
  • Evita el castigo cuando realice una travesura y dirige el enfoque en el aprendizaje de la situación utilizando una comunicación clara y amable. 
  • Promueve hábitos en casa que impliquen movimiento o realiza pausas activas mentales y físicas.
  • Crea momentos de cuidado, afecto y atención.
  • Define actividades de recreación semanal para fomentar sus habilidades sociales, estimular su imaginación y creatividad.
  • Evita limitar la expresión de sus emociones y enséñale a entenderlas.
  • Promueve el respeto y la empatía con los demás.
  • Refuerza sus comportamientos positivos, logros y la toma de decisiones.
  • Brinda soporte para que pueda desarrollar la gestión de sus emociones.
  • Presta atención a los cambios en su comportamiento.
  • Difunde en el hogar que el bienestar mental es muy importante a lo largo de su vida.
  • Acude al psicólogo para mantener una óptima salud mental en la familia.

Finalmente, como padres tenemos la responsabilidad de velar por la salud mental de nuestros hijos, por lo que un buen punto de partida es practicar estar presente y consciente para ellos. Es decir, acompañarlos en las etapas tempranas de sus vidas, enfocarnos en que disfruten de las nuevas experiencias, construir un entorno familiar saludable, reconocer las señales cuando algo no está yendo bien, ofrecerles apoyo y confianza y, pedir ayuda cuando se necesite.

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